lunes, 6 de agosto de 2007

SIGLINDA
-La victoria que protege-

-Si prometes estar atenta, te contaré la historia de un hada –dijo el abuelo.

Los grandes y luminosos ojos de la pequeña Ismenia lo miraban con ansiedad desde el fondo de su cama, con la frazada cubriéndole desde los pies hasta la nariz. Había aprendido que las historias del abuelo tenían el poder de hacerla viajar al mundo de la fantasía más rápidamente que cualquier imagen saltando sin sentido en la pantalla de la TV.

Además, en las historias ella podía poner los colores y los sonidos con su imaginación, y los sabores, y los vestidos...…y eso le gustaba tanto.

-¿Y se llamará como yo? –preguntó respirando agitadamente bajo los cuadros grises y verdes de su frazada.

-Pues verás…tendrá las dos primeras letras de tu nombre pero al revés, porque ella vive en un país en el que muchas cosas ocurren al revés.

-¡Entonces su nombre empezará con “Si”! -dijo Ismenia con el rostro encendido por la emoción del descubrimiento.

-A ver, Si…Si… ¡Silvina! –exclamó, y se arrepintió al instante. La vecina que asustaba a los pájaros con chillidos desde su ventana se llamaba Silvina.

-Busquemos otro -dijo el abuelo tomando un gran libro y abriéndolo en las páginas de los antiguos Germanos.

-¡Aquí está! –exclamó con una sonrisa triunfal, -¡se llamará Siglinda!

-¡Siglinda! ¡qué hermoso nombre abuelo! ¡cuéntame más!

-Pues bien, -empezó el buen hombre –esta es una historia de amor y amistad.

-Siglinda, el hada de la victoria, era casi tan bella como tú. Su vestido brillaba en la oscuridad porque absorbía la luz del sol durante el día, y la dejaba escapar de a poquitos durante la noche, por los huecos que formaban los hilos de su capa transparente y plateada. Tenía además unas hermosas zapatillas de baile que eran la envidia de todos los habitantes del jardín en que vivía.

Una noche, mientras escapaba de las arañas negras, encontró bajo la hoja de maple que le servía de refugio, un libro que decía en letras doradas:


*** SIGLINDA ***



El hada, sorprendida, abrió el libro y descubrió que estaba escrito en un lenguaje que no entendía, de modo que lo llevó con sus amigos Hildegunda y Honorato; una bruja y un mago que vivían en lo más oscuro del jardín, donde ningún otro habitante se atrevía a llegar por temor a perderse y a lo desconocido.

Pero como Siglinda brillaba en la oscuridad pues llevaba en su capa la luz del sol, iba sin temor a cualquier lugar por lejano y oscuro que fuera.

Al ver el libro, Hildegunda exclamó: -¡al fin lo encontraste! Pensé que nunca darías con él, como eres tan distraída…

Mientras la bruja se hacía estas reflexiones, Honorato ya tenía la nariz metida entre las vetustas páginas, absorto con la lectura. -¡Eureka! –gritó -¡aquí está lo que buscamos por tanto tiempo! tus poderes y tus debilidades.

Siglinda, que no entendía mucho lo que sucedía, preguntó el porqué de aquél alboroto.

-Sucede querida nuestra, -dijo el mago -que en este jardín, todos tenemos un libro en el que se encuentran escritos nuestros destinos, virtudes, dones y debilidades. Pero nunca habíamos encontrado el tuyo.

-Hildegunda por ejemplo, tiene como virtud el poder de volver a cualquier mortal inmensamente rico, a cambio de volverlo inmensamente estúpido, y por supuesto siempre tiene una enorme fila de humanos esperando ser favorecidos por ella.

-Y como debilidad tiene el comer esas diabólicas rosquillas dulces que fabrica el duende Sileno, y que tantas culpas le producen a la hora de enfrentar la báscula de las brujas.

Hildegunda, que ya empezaba a sentirse incómoda por las revelaciones del mago, devolvió la cortesía diciendo: -Honorato en cambio, tiene como virtud el ser demasiado sincero al contar las vidas ajenas, y como debilidad una alergia al agua y al jabón que uno pensaría que teme disolverse para siempre si los usara.

Honorato calló prudentemente y se apresuró a continuar con la lectura, esta vez en voz alta. –Aquí dice que tu virtud es dar el poder de amar a quien te lo solicite con todo su corazón, y podrás castigar a quien lo merezca otorgándole la juventud eterna.

-¡Pero la juventud eterna no es un castigo! –protestó Siglinda -¡todo el mundo la desea!

-Aguarda un instante –dijo Honorato. –también dice aquí, en estas letras pequeñitas, que si castigas a alguien con la eterna juventud, quedará con la edad de cinco años para siempre, sin crecer en su cuerpo ni en su mente, y no podrá conocer el mundo si no es con sus papás, y perderá a todos sus amigos porque ellos crecerán y se harán adultos y viejos, mientras él o ella serán siempre niños.

Y sus padres enloquecerán de pena -agregó -porque no le mirarán crecer ni hacerse fuerte y grande, y hasta sus mascotas y juguetes se harán viejos mientras él o ella no aumentará ni una talla.

-Cinco años... ¡la misma edad mía! –pensó la pequeña Ismenia, mientras imaginaba que su abuelo podría tener la misma edad suya si el hada la hubiera castigado a ella.

-¡Abuelo! -dijo Ismenia repentinamente alarmada -¿verdad que el hada no me ha castigado a mí dejándome para siempre en cinco años?

-¡Por supuesto que no pequeña mía! –respondió el viejo, alborotando el pelo de la pequeña con sus manos callosas. -Pero a mí sí que me hechizó.

-¿A ti? –Preguntó asombrada la niña -¿cómo es posible si eres viejo?

El hombre reflexionó unos momentos y respondió: -Verás, cuando era niño, jugando escapé de casa un día y me interné en un bosque cercano. Allí me perdí y como me alcanzara la noche, me quedé dormido al pie de un enorme árbol.

-Cuando más oscura estaba la noche, desperté asustado porque escuché sonidos que salían de una pequeña abertura en el tronco del árbol. Me asomé y descubrí un hada atrapada en la red de una terrible araña negra.

La pequeña hada luchaba desesperada por liberarse de aquella trampa, mientras la enorme araña se acercaba lentamente para devorarla. Rápido como sólo un niño puede serlo, metí la mano en la abertura y tomé al hada entre mis dedos con cuidado. Al sacarla de allí, tropecé con una piedra y los dos caímos ruidosamente de espaldas al suelo.

Una vez que nos sacudimos el polvo, echamos a reír por lo ridículo de nuestra caída, mientras la araña hacía un terrible berrinche al quedarse esa noche sin cenar.

El hada, que para mí nunca tuvo nombre pues no se lo pregunté, me miró agradecida y me dijo con gesto compungido: -¡Ay de mí! ¿y ahora qué premio podré darte en agradecimiento a tu acción?

A punto de llorar me dijo -El amor ya lo tienes en tu corazón, pues arriesgaste tu vida por salvarme de la araña. ¡Y por supuesto que no voy a castigarte dándote la juventud eterna! ¿Qué haré con este dilema?

Mientras el hada lamentaba su triste destino, a mi se me ocurrió algo que podría funcionar y se lo propuse.

-¡Ya lo tengo! -le dije -¿porqué no me hechizas sólo el corazón, para que sea el de un niño por siempre? ¡así podré crecer y hacerme grande y viejo sin perder la fantasía y el vuelo de los sueños!

-¡Es una gran idea! -gritó jubilosa el hada -¡pondré manos a la obra!

-Y diciendo esto me otorgó la juventud eterna para el corazón, pronunciando solamente la mitad de las palabras mágicas para la ocasión.

El hombre hizo una pausa y sonrió. Ismenia había cerrado los ojos hacía un rato y soñaba con las hadas y los duendes. La cubrió amorosamente con la frazada que había caído al suelo y salió sigilosamente de la habitación.

Al salir apagó la luz, entrecerró la puerta y se fue con paso cansado por el pasillo en penumbras. Con setenta años a cuestas… y niño para siempre.


Humus

Dedicado a Ramira, pequeña jinete de la inocencia que descubrió demasiado pronto las mezquindades y miserias humanas.

24 comentarios:

Tesa Medina dijo...

Un día, al amanecer, salté por la ventana y huí de un lugar que no me gustaba, tenía cinco años, llevaba lo puesto y un oso bizco que era mi confidente.
Me alejé y esperé apoyada en un árbol a que se hiciese de día y a que mi corazón dejara de latir tan fuerte. Entonces me ocurrió lo mismo que al abuelo de tu precioso relato, el hada me concedió también seguir teniendo corazón de niña para siempre.

Los años pasan por mi cara, por mi piel, por mis huesos y articulaciones, pero mi corazón sigue teniendo intacta la fantasía, sigue creyendo en las hadas, en los gnomos y en los sueños.

Por eso, mientras leía tu relato, me he acomodado al lado de Ismenia, sobre su frazada de cuadros grises y verdes, suave para no incomodarla, y he seguido con emoción el relato del abuelo, reconociendo de inmediato que padecía mi mismo conjuro.

Un abrazo, Humus.

Anónimo dijo...

Que preciosidad de cuento, que linda y tierna história.

Vengo, abro mis ojos, mi atención, mi alma, y mi ternura crece con cada palabra que leo.

Que bello relato, lleno de todos los ingredientes que hacen falta para ser siempre niño, creer en las hadas y en su polvo de estrellitas.

Veo a una personita que no ha crecido, a alguien con corazón de niño, con carita tierna y lleno de ganas de contar histórias salidas de una imaginación, inmensamente grande y tierna.

Eres fantástico, tus histórias hacen crecer el espíritu.

Besos dulces y tiernos.


** MARÍA **

Paseando por tu nube dijo...

Ay! mi querido Humus, se me han humedecido los ojos, que ternura, que dulzura, uff! cómo me ha gustado.
Con tu permiso, voy a tomarlo prestado, dentro de unos días vendrá mi pequeña y única nieta de 6 años a casa y se quedará conmigo una temporada, mas o menos hasta finales de octubre, y ya sé que Siglinda, será seguro uno de los cuentos que habré de contarle una y otra vez, le encantan las hadas, los gnomos, igual que a mi, compartimos muchas historias y ésta tuya será una muy importante en estos días.
Besos de abuela-niña agradecida

conny dijo...

Mucha ternura,muy bien dosificada, me ha gustado mucho tu relato, te felicito. saludos

peregrina dijo...

Me sentí como Ismenia, fascinada , como si hubiera un hogar ardiendo y tu voz llegara desde lejos para hacerme sentirme una niña.Y sabes? Tú si tienes juventud eterna...
Gracias por esto querido humus, es maravilloso despertarse con este cuento.

- JJ dijo...

Regresé en el tiempo y escuché tu voz. fuí Ismenia, me sobresalté, sonreí y recorrí en tus palabras cada momento.
Mágico mundo el de los cuentos que aún nos reúne y nos despierta para seguir andando con más vigor y voluntad aunque la vida se nos torne oscura con las miserias y mezquindades humanas.
Saludos y besos para ti amigo querido.

almena dijo...

¡qué belleza!
quizá no he crecido... porque he quedado desde el principio atrapada en la ternura y en la fantasía de tu cuento.
¿qué decir? si leerlo es como sentir el toque mágico del hada...

Me alegra haber llegado hasta este lugar encantado
:)

Tris dijo...

Gnomos, hadas, magos, duendes... todos están conmigo, hay veces que quizás los sienta lejos, pero acaban acercándose.
Y hoy leyendo tu relato... pasaré el día con ellos.

unabrazo ;)

PAZ TRAVERSO dijo...

Me dejo anonadada esta historia !!!! pero me intriga saber la otra , la de la persona a quien le dedicas tus lineas .
Miles de cariños

Tris dijo...

Vuelvo a estar aqu� releyendo tu relato para encontrar una paz que hoy necesito...

gracias, ;)

Paris dijo...

Hola, lo hermoso de las hadas, es que entran y salen a cualquier edad, tal vez me hubiera gustado elegir, y quedarme a la edad de cinco años, ver el mundo desde esa altura, es algo, grande, y tierno, sin expeculaciones de la vida,( "¿porqué no me hechizas sólo el corazón, para que sea el de un niño por siempre? ¡así podré crecer y hacerme grande y viejo sin perder la fantasía y el vuelo de los sueños!") eso es lo mejor de la vida, dime donde encontrar un trocito de ello, pues en un despite, perdi ese castigo...
un saludo

PAZ TRAVERSO dijo...

Hola Humus : Tengo una pregunta en mi blog y a ver si las quieres responder !!!!!!!!

Anónimo dijo...

Ya llegué de vacaciones, deseo ponerme en poco tiempo al día y visitaros a todos.

Gracias por tu vista.

Besos tiernamente dulces :)


** MARÍA **

Paseando por tu nube dijo...

Veo con envidia controlada como tus lectores, van y vuelven de vacaciones, con la poca energía que quedan en mis ánimos faltos de descanso y puesto que nos tienes castigados, durante ya demasiado tiempo, sin tus admirables relatos.

Vuelvo para darte las gracias por Siglinda, me ha sido de mucha utilidad, ya hasta forma parte de un juego entre abuela y nieta: "Eres tan charlatana como Hildegunda", "..cómo no quieres bañarte? ´te convertirás en el mago Honorato" "hummm que comida tan rica casi tanto como las rosquillas de Sileno" y así muchas frases que nos intercambiamos mi querida Ismenia (Sofia) y yo.

Fué un acierto, el robo (espero que consentido) que hice de tu cuento. Para cuando mas??

Desde una nube te enviamos cariños, allá donde estés disfrutando

Luci dijo...

Al fin he dado contigo!

Eureka, aqu� est� lo que buscamos por tanto tiempo!



Buenas, buenos:






Soy argentina y pionera en esto de las redes, por tanto tendr�s que saber quien soy:


Alinearse, listo... ya.



En mi car�cter de
Jefa Espiritual de las Redes.
L�der Absoluta de la Revoluci�n planetaria.
Maestra especialista de Anda Luc�a.
Due�a de tartas de cerezas:
Ser �sa de Utop�as,
Demoras, moro y Tom�s.
M�s Supervisora Mayor del Cielo
de San Pedro Termo (feliz d�a de los santos).
Due�a y provocadora de todos los cambios clim�ticos.
Apasionada prominente de tortugas de Aquiles
y talones metaf�sicos.
Revisora de cuentas de Lucifer, �ngeles ca�dos de
Luzbel Guerrero y Mostrenco Retirado.
San Colmo de los s�ndromes de Estocolmo.
Paisana de los l�deres masones,
blasones, blusones, buzones
y perdigones.
Animadora de fiestas infantiles en las que
Panam quiebra, y birla estribillos de Peter Sellers
para Bests sellers.
PAM PAM PAM.
Bicoteadora oficial de marianos,
marcianos,
mart�nez,
enanos,
girones,
giraldas,
ele-mentales,
ele-monteros,
ele-fanti�sicas,
ele-fant�sticas,
ujieres,
ajuares,
oju�rez,
-venciendo a los muchachos del fulbito , que perdieron el partido-,
Robin Hood de los atrapados en ismaelistas serran�as,
de malas compa�ias.
Jud Robin de Batman sin batichicha.
Ni chicha ni lim�n hada.
Sor Juana In�s de la innegable Cruz,
y poseedora del m�rito de haber escrito
mis nanas de nona,
el cuento m�s largo y m�s corto del mundo
al mismo tiempo,
en un solo acto.
Conste en actas.
Env�o mis saludos a la triple Sex Radio Vaticano�s Caros-vicios.



Viva el dogma, muera el dogma.
No aceptemos postulados falsos.


En mi curriculum ostento el raro privilegio de ser la musa gratuita por decisi�n ajena, de tant�simos cantautores hispanos que andan a los tiros embolsando much�simos millones, con mi nombre y sin indemnizaci�n alguna.


Combatamos a LOS MISERABLES.

Vamos por una REVOLUCI�N �TICA Y PO�TICA.

LAS MUSAS TAMBI�N COBRAMOS DERECHOS DE AUTOR.
MERECEMOS RECOMPENSA. NO SOMOS NEGRA(S) SINO MORENA(S).


Qu� ser�a de la creaci�n sin nosotras.

Sin ese blanqueamiento seguir�n aprovechando de nosotr@s "las negras" para alimentar sus gordas barrigas infladas con cerveza.

S� quien soy.

La �ltima sultana. La Moraima.

Gotas de lluvia sobre ti.

Chamana pionera del Ej�rcito de Salvaci�n.

Gaitera mayor de las Fiestas Urbanas.

La Luna de Avellaneda.

Princesa de los helitropos.

Gran Gata de los tejados de alambre.

La Cal�ndula Vargas de los indios Come-chingones.

Gaitera Mayor de fiestas urbanas.

Chamana del ej�rcito de Salvaci�n de Pobres y Ausentes.

La lengua de las mariposas azules.

Primera Adelantada del Siglo XXI.

La Leyenda dorada del seibo.

Campeona interespecial de Mitos hispano-argentinos.




Me colgu� todos los t�tulos y no te atrev� a querer quit�rmelos, porque te spero en la esquina, te spero.



Abrazos de buena fe:


Comandante General del Mundo Entero
y
Papisa Universal de la Iglesia Luciang�lica.



Lu

in the sky of diamonds del Sargento Pepper.



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Quieres ver fotos de mascotas wapas ?

http://premioparalucia.blogspot.com




Vuela esta canci�n, para t�...





Cu�dese, viejito.

Jesús dijo...

Qué delicia de cuento amigo Humus! Mis ojos un poco cansados por viejos se han nublado un poquito como de niebla pero yo sé que han sido unas gotitas de lágrima que salían desde dentro de mi corazón que tembién quiere ser tierno como el de los niños y que a veces no lo consigue.
Cuántas cosas bellas me pierdo por no tener el suficiente tiempo y venir aquí con más frecuencia. Pero te prometo que este rincón es uno de mis favoritos.
un saludo cordial.

Tris dijo...

Volví a pasar para relerme...

un saludo

Lady Greta dijo...

Me he quedado sin palabras regresa a leerme.
Greta

Anónimo dijo...

Siempre me paso por aquí, hace tiempo que no se de ti. Espero y deseo que estés bien.

Te deseo una Feliz Navidad y un Próspero Año Nuevo.

Besos tiernos y dulces. Que seas muy feliz.


** MARÍA **

Malena dijo...

Creo que has desaparecido buscando entre las nubes nuevas historias. Creo que es el momento de reaparecer. El mundo necesita personas como tú que le descubra que hay algo que se llama magia. La magia de los cuentos que nos hace soñar para poder seguir viviendo.

Me pasaré cada día para ver si tengo la suerte de oir: Érase una vez...

Un fuerte abrazo.

Malena dijo...

No cumplí mi promesa de irme pasando. No por falta de ganas sino por hechos que ocurrieron en febrero de este año que me hicieron dudar de la existencia de las hadas. Hoy vuelvo con fuerzas renovadas y con el deseo de que no hayas desaparecido. Es bueno creer que siguen existiendo y que alguien habla con ellas.

Un cálido abrazo.

Amarantha Vázquez dijo...

Vuelve. ¿Dónde te has quedado?

el gux dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Anónimo dijo...

Basta. Capitán, has de volver más temprano que tarde -como dijo el poeta-, y acá estamos a la espera.