Ámsterdam es la cuna en que habría podido jugar, comer y cantar durante todos mis años.
Me amarra a sus puertas y ventanas, me arranca el nombre y lo deja ir, simple y llanamente, por la corriente del Amstel.
No sé lo que haré ahora. Tengo una fiebre presa y una ciudad abierta, mil canales que escuchan el asombro y lo transforman en sueño. Aquí soy sólo silencio que se desliza bajo una vitrina a la luz de tibias miradas cómplices, como presencias desbocadas de pasados y futuros.
Allá afuera, cien mil toneladas de agua salada domesticada por millones de años, se acercan a copiar su exquisito sentido del ritmo. Caminando por estas calles, quisiera ser sospechoso y eternamente culpable de inscribir mi nombre en un rincón de su historia.
Recorro museos formidables y caigo en el vértigo de "La ronda nocturna". Bebo láudano y ajenjo con los fantasmas de Gaugin y Van Gogh sentados en la escalinata del monumento a los caídos. Lanzo furtivas miradas de adolescente al balcón de Mata Hari, fumo un porro legal de hierba vietnamita y camino largos trechos solitarios por las aceras que son muestrario de cortinas y persianas en negativo.
El día termina con queso y cerveza en "De beyaard". Sentado aquí juro que cuando me vaya, escaparé del sueño cada noche y vendré a pedir la cerveza del mes, sólo para negar a esta ciudad la estrategia del olvido.
Gentil señora mía: Mi aliento repentinamente embrujado, tiembla esperando el momento de volver a ser viento, niebla y bruma recorriendo tu geografía.
(Ámsterdam continuará...)
Humus
9 comentarios:
Que bonito Humus! me encanta llegar hasta aquí y perderme entre tus letras. Pasearme por cada rincón que tú paseas y abrazar contigo cada nostalgía y recuerdo.
Cada vez que te leo, me haces disfrutar y sentir. Siento un placer inmenso en mi ser, y dejo que tu proporciones ese placer.
Te agradezco mucho, mucho que escribas y yo lo pueda leer. Al igual te agradezco todas y cada una de las visitas a mi blog.
Besos tremendamente viajeros hacia ti.
** MARÍA **
P.D: por cierto, me gustaron mucho esas dos ilustraciones.
Llego aquí recomendado por María. Buena recomendación sin duda. Escribes con una realismo colorista y dejas que la mente viaje allá donde tú quieres.
Un placer amigo. Gracias a María que me abrió el camino de tu blog
Maravilloso embrujo el de esa ciudad, en tus letras pude sentirme atrapada con su belleza, grandiosa tu forma de relatarlo.
Un abrazo!
No sabes cuanto me ha gustado este viaje en tus letras, espero me lleves a otros sitios,
Besos!
Tu relato me lleva de la mano por mil paisajes, no puedo dejar de sentir a Rembrandt, Van Gogh, Vermeer.
Caminar entre colores por Bloemenmarkt, que maravilla!!
Merci por el viaje.
Después de leerte y releerte tengo que sacudir el asombro para poder dejar mi huella en tu rincón. Tus viajes son un placer para los sentidos, y los que te leemos vivimos tus rutas casi con la misma intensidad que tú.
Esa ciudad está pendiente en mi calendario, y cuando por fin la camine llevaré impresa en mi retina tu mirada antigua añadida a la mía por estrenar.
Gracias por tu comentario en Cultura Presa, yo sí que me quedo sin aliento conmovida por tus letras llenas de sentimiento, de ternura, de matices y de mucho talento.
La cita de Salotti, a la que descubro gracias a ti, presidirá desde la pizarra nuestra fiesta de despedida, para que ellos la copien y la guarden junto a los tesoros que acaban de descubrir: el poder de la palabra y el de la imaginación.
Un fuerte abrazo, Humus.
Querido Humus: Que alegría me da conocerte, tenemos un pasado de la historia de nuestro continente en común, hablas de Ámsterdam una ciudad muy especial donde estuve por algún tiempo y comparto tus apreciaciones. Voy a leerte a menudo y en las próximas horas te linkeo ¡!!!!!
Miles de cariños
Pacita
Hola, ¡que bello Amsterdam!, algo que tengo pendiente. Gracias por un post tan interesante.
Un beso.
Lady Read
Ámsterdam es afortunada cuando la tocas.
Ámsterdam goza de que recorras su geografía.
Ámsterdam no te olvida.
Ámsterdam agradece tus letras esplendorosas.
Algún día mis ojos tocarán lo que narras.
Ámsterdam es uno de los lugares que no conoceré, no conoceré tampoco a la extraña que revela el espejo, no se leerá su nombre en la etiqueta del cuaderno, ni las hojas revelarán en color de su boligrafo.... todo estará vacío, vacío...
mi cartera es huerfana, mendiga y escuálida, pero aún así no está hambrienta, le urgen a mis pies recorrer la autopista declinada en mi pecho, la autopista con mil muertos, le urgen a mis dedos refugiarse en una hoja, en el carbón del lápiz, en la pantalla del word, o en la piel canela de mi cuerpo.
Bebo, bebo sobre la lluvia de mi taza de café. Hablo con los individuos trasparentes que siempre andan jalando mis cabellos. Sé... que hace frío, y que pesa el aire cuando entra por la nariz. Pesa mucho.
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