viernes, 25 de mayo de 2007

Cuento nocturno.



Cerca del décimo día, por primera vez pudo verla en la pantalla. Un instante tan sólo y después pensó: -¿habrá que estar mirando sin pestañear el sitio justo donde volverá a aparecer para poder reconocerla?

La imagen de ella escapó detrás del cristal como un prófugo asustado, deteniéndose distraída un instante. Fue entonces cuando él se preguntó: -¿y cuánto durará su ausencia?, -¿Y cuánto tiempo se necesita para pensar en el cielo y el infierno?

Se sentó en la silla del tapiz rojo. Conversó con la ausencia y juntos escucharon entrar la noche por los ventanales en pequeñas dosis de cinco minutos. Y no le importó más el punto donde ella volviera a aparecer, ni si su charla era real o legislada. Sólo importaba que allí sentada junto, le escuchaba, y se dejaba ver por instantes en cuadros fijos que sin embargo se movían, como el reflejo de una distante galaxia.

Después llegó una penumbra luminosa donde no hubo más su imagen ni su sonrisa… y se quedó sólo con el sueño hipnótico de la pantalla.

Soñó con un escaparate lleno de sombras Chinas, y creyó verla de nuevo escondida entre los imposibles regalos.

Entonces apretó la nariz contra el cristal, para regalarse por lo menos los ojos...


Humus.

3 comentarios:

Tesa Medina dijo...

Has dejado tu huella de viajero en mis moreras. Así te seguí la pista y te encontré. Y me quedé un rato a mirar tu rincón de solitario y de observador y si el tipo que habla con una ausencia y la busca un instante en una pantalla o entre las sombras chinas de un escaparate me gusto, me enternecí con el peculiar señor Polovski y me entusiasmé viajando a través de tus palabras a esa maravilla de Cuetzalan. Así que rendida ya, te enlazo a mis moreras para no perderte la pista.

Besos, humus. Seguro que vuelvo.

@Igna-Nachodenoche dijo...

Tu prosa es ágil y amena, con el ritmo adecuado.

Gracias por tu paso por mi casa.

Saludos.

Lady Greta dijo...

Tus letras son realmente sublimes, haces que mis halas se muevan muy rapido, me gusta mucho tu blog y tambien me encanto tu visita al bosque, espero encontrarte màs seguido para leernos juntos poemas o historias mientras vemos las estrellas en mi lugar.
Saludos brillantes
Greta